Desde su aparición en el mercado allá por 1998, el citrato de sildenafilo, conocido por todos como viagra, se ha convertido en uno de los fármacos más populares y también más vendidos en todo el mundo.
Esta famosa pastillita azul creada por el laboratorio Pfizer revolucionó por completo ciertos aspectos de las relaciones sexuales. Por fin, parecía que existía una “cura” para la disfunción eréctil y una solución médica real para este inconveniente sexual tan común entre los varones.
Bajo la premisa de ser la opción más rápida y fiable ante esta temida incapacidad durante las relaciones íntimas, muchos hombres comenzaron a hacer uso de este fármaco y consumirlo de manera recurrente para mejorar así su vida sexual. En un principio, siempre acompañado de una receta y prescripción médica por parte de un especialista e incluso junto a un seguimiento médico especializado.
El paso de los años y el furor causado alrededor de esta mágica pastilla llamada viagra hicieron que muchas compañías quisieran también beneficiarse de ello. Con el avance de las tecnologías y la proliferación de Internet comenzaron a surgir miles de páginas, tanto a nivel nacional como internacional, que se dedicaban a la venta exclusiva de viagra online. Productos y pastillas, algunas de ellas derivadas del sildenafilo, que se vendían de manera exprés con el etiquetado de ser auténticas y originales viagras.
Ante el crecimiento desmesurado de estas páginas fue necesario una regulación y un control por parte de las asociaciones médicas más importantes a nivel mundial, entre ellas la FDA. Tanto que, hoy en día, no es legal ni la venta ni la compra de viagra por Internet.
Al tratarse de un fármaco es necesario que el paciente tenga conocimiento del daño que puede ocasionar a su organismo la ingesta sin supervisión médica. Sin ir más lejos, el sildenafilo es un tipo de compuesto contraindicado para aquellas personas que hayan sufridos infartos, ictus, padezcan hipertensiones o cuenten con antecedentes de neuropatía óptica. Información que muy pocos conocen actualmente.
Pero ¿es la sociedad consciente de los peligros de automedicarse con este tipo de tratamientos contra la disfunción eréctil? Y lo más importante, ¿seríamos capaces de comenzar un tratamiento así sin supervisión médica, ni prescripción por parte de un profesional?
Comprar viagra online, ¿cómo puedo detectar qué son páginas fraudulentas?
Solo hace falta unos minutos navegando por la red para darnos cuenta de la gran multitud de productos médicos fraudulentos a nuestro alcance. Aunque la mayoría de ellos se venden con la promesa de hacer el mismo efecto que la viagra – combatir la disfunción eréctil- lo cierto es que no son más que complementos alimenticios.
Año tras año, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) se encarga de detectar estos tratamientos falsos y retirarlos del mercado. Sin embargo, muchas de ellas operan desde países fuera de España por lo que suele ser más difícil su desaparición del mercado.
Existen ciertas señales y características que sirven como indicativos de qué estas páginas no son muy de fiar. Algunas de las más recurrentes son:
- Página de pago poco segura.
- No existe un servicio de atención al cliente.
- Venden productos de viagra no genéricos, ni originales.
- Errores ortográficos en las fichas de explicación de producto.
- No se encuentra disponible en nuestro idioma oficial.
- No se puede acceder a una sección de términos de uso con las licencias y documentos necesarios para la venta de estos medicamentos.
¿Es posible comprar viagra online de forma segura?
Tan solo hace falta hacer un clic para hacer efectivo la «supuesta» compra de viagra por Internet. Y decimos supuesta, ya que la pastilla original de Pfizer está totalmente prohibida venderse a través de páginas webs. Por lo tanto, todos aquellos medicamentos que se hagan llamar «viagra» serán otro tipo de compuestos fraudulentos y engañosos.
El consumo de estos supuestos medicamentos puede generar graves problemas de salud en la persona que lo consume o puede convertirse en una víctima más de estas grandes estafas online.
Para evitar cualquiera de estas situaciones, lo más recomendable es acudir a un médico especializado en el área sexual y que sea él mismo quien autorice el consumo de este fármaco original bajo prescripción médica y una dosis pautada. Es la única forma de poder combatir los problemas de erección de una manera segura y real.
Peligros de automedicarse con viagra
La viagra se diseño para un perfil muy concreto, hombres de mediana edad que sufrían de manera continuada graves problemas de disfunción eréctil. Los grandes resultados y la fama de este producto en sí provoco que otros varones, que no padecían este inconveniente en sus relaciones sexuales, decidiera también comenzar a consumir para prevenir ese gatillazo o no sufrir situaciones comprometidas con sus parejas.
El uso de manera irresponsable y sin un seguimiento exhaustivo médico de este fármaco puede llegar a ocasionar una dependencia al medicamento y otro tipo de incapacidades. Las más frecuentes son el desarrollo de problemas de disfunción eréctil y la pérdida relaciones de calidad y satisfactorias. Por no hablar de otro tipo de efectos secundarios como dolores de cabeza, sofocos, vómitos, mareos e incluso un descenso de la temperatura corporal en la zona íntima del hombre. Como vemos, no siempre hay que fiarse de todas las pastillas para la disfunción eréctil.
La mejor forma de combatir la disfunción eréctil y los problemas reales de erección es acudir a un especialista. Ellos serán quienes te asesoren sobre el tratamiento más afín a tus necesidades, así como la cantidad de dosis recomendada en cada caso.
Olvídate de las recetas y las pastillas milagros, ya que pueden costarte graves inconvenientes en tu estado de salud.