Los problemas de erección, también conocidos como disfunción eréctil (DE), son una condición que puede afectar a cualquier hombre en edad sexualmente activa, pero su incidencia aumenta con el paso de los años. Según estudios de la Universidad de Harvard, los cambios físicos y hormonales asociados con el envejecimiento pueden contribuir significativamente a esta afección. No obstante, existen formas de mitigar su impacto y mantener una vida sexual satisfactoria a lo largo de los años.
¿Cuán comunes son los problemas de erección?
La disfunción eréctil afecta a millones de hombres en todo el mundo. Aunque es más frecuente a medida que se envejece, también puede presentarse en jóvenes debido a factores psicológicos o de salud. es natural experimentar algunos cambios físicos con la edad. Al igual que disminuye la capacidad de correr rápido o de golpear una pelota con la misma fuerza, la calidad de las erecciones también puede deteriorarse. Sin embargo, esto no significa que la vida sexual tenga que verse afectada drásticamente.
Factores que contribuyen a la disfunción eréctil
Existen diversas razones por las cuales los hombres pueden experimentar problemas de erección. Entre las principales se encuentran:
1. Enfermedades crónicas: Afecciones como la diabetes, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares pueden afectar el flujo sanguíneo, dificultando la erección.
2. Efectos secundarios de medicamentos: Muchos fármacos utilizados para tratar condiciones médicas pueden tener como efecto secundario la disfunción eréctil.
3. Disminución de la testosterona: Desde la mediana edad, los niveles de testosterona comienzan a disminuir. Aunque en la mayoría de los casos esta reducción es gradual y dentro de rangos normales, niveles anormalmente bajos pueden afectar el deseo sexual y la capacidad de erección.
4. Factores neurológicos: Con la edad, la comunicación entre los nervios y los tejidos del pene puede volverse más lenta, lo que puede afectar la capacidad de respuesta a la excitación sexual.
5. Estilo de vida y hábitos nocivos: La falta de ejercicio, una dieta poco saludable, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol también juegan un papel importante en la aparición de problemas de erección.
Prevención y mejoras en la función eréctil o problemas de erección
Si bien los problemas de erección pueden ser frustrantes, hay diversas maneras de reducir el riesgo y mejorar la calidad de las erecciones. En clínicas The test, recomendamos implementar los siguientes cambios en el estilo de vida:
· Mantenerse físicamente activo: El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, previene la obesidad y reduce la inflamación crónica, todos ellos factores clave para una función eréctil saludable.
· Adoptar una dieta equilibrada: Alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables y nitratos (como los presentes en vegetales de hoja verde) pueden favorecer la producción de óxido nítrico, una molécula esencial para la erección.
· Evitar el tabaco y el alcohol en exceso: Fumar duplica el riesgo de disfunción eréctil, pero dejar de hacerlo puede mejorar significativamente la función sexual.
· Reducir el estrés y la ansiedad: El bienestar mental juega un papel crucial en el deseo y rendimiento sexual. La práctica de técnicas de relajación, meditación y terapia psicológica pueden ser de gran ayuda.
· Controlar enfermedades crónicas: Mantener la diabetes y la presión arterial bajo control ayuda a prevenir problemas vasculares que pueden afectar la erección.
El papel de la sexualidad en la tercera edad
A pesar de los cambios físicos que conlleva el envejecimiento, es posible disfrutar de una vida sexual plena durante muchos años. De hecho, un estudio publicado por la Universidad de Michigan en colaboración con AARP reveló
que el 40% de los adultos entre 65 y 80 años son sexualmente activos. Además, el 76% de los encuestados afirmó que el sexo sigue siendo una parte importante de las relaciones románticas en cualquier etapa de la vida.
Este hallazgo es crucial, ya que desafía el mito de que la sexualidad desaparece con la edad. Con el cuidado adecuado, es posible mantener una función eréctil saludable y seguir disfrutando del placer sexual.
Conclusión
Los problemas de erección son comunes, pero no inevitables. Si bien la edad puede influir en la función eréctil, factores como el estilo de vida, la salud general y los hábitos cotidianos tienen un impacto significativo. Según la Universidad de Harvard, mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar sustancias nocivas pueden ayudar a reducir el riesgo de disfunción eréctil.
Además, la investigación sugiere que el deseo y la satisfacción sexual no tienen límite de edad. Con el enfoque adecuado, los hombres pueden continuar disfrutando de una vida sexual activa y plena durante toda su vida. Si experimentas problemas persistentes de erección, consultar a un especialista es el primer paso para encontrar soluciones efectivas y personalizadas.